martes, 29 de septiembre de 2009

He vuelto

Hola a todos nuevamente. Ha sido una terrible semana pero por fin las aguas se alivianan un poco espero que esto sirva como catarsis y exorcizar ciertos demonios internos... No demasiado abstracto en conjunto con el espirirtu del titulo del blog les traigo esta semana un escalofriante relato demoniaco al muy perosnal estilo esero que les guste presiento que el nuevo material que haga sera en esta direccion espero que la gente que lea este blog se aprecie de enviar cualqueir comntario y sugerencia la cual sera bienvenida...

y sin mas preambulos:

Anochecer

Claro, claro, siempre me preguntan si es cierto, todas las enfermeras hasta el vigilante, ya me cansé de decirles que si y ellos siguen cansando, ¡no jodan mas!, y ahora seguro ustedes me vienen a preguntar si lo que digo es cierto, y bueno, ¿Cómo saben que es cierto o no? Acaso ¿después de que pasa algo aparece un certificado expedido por notario de que fue cierto? Ah. Ustedes solo saben la versión de los periódicos, esos embusteros, lo saben todo y lo quieren ocultar, tal vez hasta sea su culpa de todo lo que pasó, pero bueno, ustedes están aquí para escuchar mi versión, LA única versión, bueno.

Fue una espantosa mañana de septiembre, había luz por todas partes, no presagiaba lo que se nos iba a venir, bien, éramos como 7 ese día, éramos de varias partes del departamento y no ibamos a estar todos sino unos 3 o 4 días, según me había dicho la doctora; ah, la doctora siempre nos ofrecía chicle y con un olor a fresco que salía de ella… Bueno, el caso es que ese día paso como si nada hasta las cuatro de la tarde cuando la Lucre se alborotó, todavía mas que las otras veces, saltaba, chillaba, rogaba que le jaláramos las tetas y la violáramos, y cuando su servidor le iba a hacer el favor, el vigilante se la llevó mientras chillaba que quería irse, que no aguantaba más, que le devolvieran su cuerpo, bueno, se oscureció y nos fuimos al comedor y luego empezó a parpadear la luz. Cosa que pasaba cuando se llevaban alguno, según me dijo el vigilante. Estábamos todos en el comedor y la comida nada que llegaba, ahí empezamos a pedir: “la comida, la comida” todos a la vez, asi que la “gordis”, la enfermera llamó a ver si había venido doña Rafaela, la cocinera y sí, el vigilante le dijo que si había venido, la gordis llamó al “memo” un vigilante, pá que fuera a buscarla, el “memo” de buena gente fue a buscarla y después de media hora no la encontró y le dijo a la “gordis” que o había ido a buscarla a la “pieza”, “la pieza” era una parte de la clínica donde no nos dejaban ir a ver y con la que los vigilantes nos asustaban: “si no se porta bien lo llevo a “la pieza”” nos decían, así que llamo a otros dos guardias a que fueran con él y antes de irse, habían llegado la doctora y el doctor corriendo que dizque había una emergencia y que vinieran pronto; los guardias se fueron a “la pieza” mientras los doctores decían que los había llamado una mujer diciendo que era enfermera y en esas se fue la luz y todos se congelaron, de pronto se oyó u ruido de alguien corriendo y apareció el “memo” con una linterna alborotado y cagado del susto, le decía a los doctores que había encontrado a doña Rafaela vuelta mierda en la puerta de “la pieza”, como si le hubieran puesto una bomba por dentro, en ese momento se fue la luz y los dos guardias que tenía al lado se perdieron, no los volvimos a ver. Todo se quedo callado, se podía oír como respiraba la doctora cuando de pronto en el pasillo se escuchaban unos pasos, pero no unos pasos de zapato barato que tenía “el memo” sino sonaba como si fuera a pasar una tractomula y aunque yo no veía la cara de nadie si sabia que estaban jodidos del miedo, cuando los pasos ya sonaban como si los tuviéramos al lado llegó un rayo que mostró todo el pasillo, ninguno lo vio, sino que todos vimos a “la Lucre” pero solo era algo que se parecía a “la Lucre”, y digo que se parecía porque “la Lucre” antes no tenía sangre en toda la cara y en su ropa y no tenia esa mirada tan fea. No basto mas que eso para largarnos a toda mierda del pasillo y escapar del hospital y correr hasta llegar a la policía, pasamos la noche atrás de una casa en el limite del pueblo, sé que cuando la policía llegó no encontró a nada ni a nadie, pero estoy seguro de lo que pasó y lo se porqué no estoy loco. Ah, la luz parpadea, ojala no sea “la lucre” a por mí, ojala se acuerde que yo le traté de hacerle el favor…

domingo, 20 de septiembre de 2009

En el Comienzo...

Bienvenidos sean todos al fruto de mucho trabajo, tiempo y bastante tiempo libre la idea con este blog es compartir lo que año tras año se ha venido acumulando entre los viejos papeles olvidados que solo ven la luz en la quema anual de basura la cual tengo por escritorio, no ya en serio desde hace varios años me he dedicado a tiempo parcial ha escribir cuentos cortos y otros no tanto y el objetivo es que todos lo conozcan, opinen adoren y quemen, por que no,mi trabajo escoger el primero de la lista no es facil asi que debido al ambiente politicoc actual deseo mostrarles un relato de injusticia social y clima tenso que se vive por estas epocas asi que sin mas preambulos este relato un poco experimental que he llamado:

¡Que viva mi país!

La luz de los faros se ve difusa debido a la neblina que todo el día quiso ser nubarrón, cambió de opinión al atardecer y bajó hasta el piso solo para parecer mas frío este escenario. El congresista no nota esta acción, pues sus vidrios polarizados le impiden ver el oscuro exterior que se vuelve mas luminoso conforme entran en los dominios de una elegante mansión al norte de la capital, sale del carro, maldice el frío y entra de inmediato, una sirvienta le recibe su saco y el congresista pregunta:
- Buenas noches Margarita, ¿Qué hay de cenar?
- ¡Arvejas y arroz viejo!. Le responde Hortensia viendo a su esposo descargarse sobre un banco contemplando el parchado tejo de latón.
- ¿Y como le fue hoy viejo? Pregunta Hortensia sabiendo que otra vez comenzará otra vez a protestar sobre la gente que encuentra en los carros y las veces que casi lo atropellan tratando de venderles tarjetas.
- Oh, aburridor como siempre Margarita, discuten esto y aquello, regresas de Europa y ves que todo sigue igual, hablando de Europa, ¿Dónde esta Maria Alejandra?
- Se fue a pasear con el “tuerto” Responde Hortensia
- ¿Qué? Le he dicho un montón de veces que no me gusta que Rosita ande con ese tipo, escuché que el muerto que encontraron en la cancha el otro día lo mató él. Responde irritado el vendedor. – Ah, como sea, sírvame de una vez mija.
- Como guste el doctor puede pasar a la mesa de una vez. Le responde Margarita al Congresista. Este recoge la correspondencia y se dirige al estudio antes de ir a la mesa, ya ahí, revisa los mensajes en su maquina contestadora y antes de salir escucha el ruido de la puerta principal abrirse:
- ¿Rosita?. Dice el vendedor y corre presuroso a la puerta donde encuentra a una jovencita cuya belleza es opacada por la expresión de miedo en su rostro.
- ¿Qué pasó, mija? ¿Qué pasó?
- Ay, pá, fue el “tuerto”, fue el “tuerto”, andábamos caminando por la calle cuando se nos aparecieron los comandos y dijeron que querían venganza por el muerto, el “tuerto” dijo que se lo merecía el h.p. y entonces todo sacaron pistolas, yo me escapé antes de que empezaran las balas y volví cuando se callaron, y ahí fue que ví el cuerpo del “tuerto” y otros tipos del otro bando llenos e sangre, y corrí hasta llegar hasta aquí, pá fue horrible…
El senador abraza a Ma Alejandra y le dice que vaya al comedor, entonces sus pensamientos se dirigen a asuntos mas importantes: “Creo que va siendo hora de llevarla a mas cócteles de empresarios, tal ves a uno de Julito o de Lucho para que se enlace con uno de esos herederos. El vendedor deja de meditar sobre que hacer, le enjuaga las lagrimas a su hija y la conduce hasta la mesa donde las arvejas con arroz hace mucho se enfriaron, se sientan. De pronto, una persona entra al comedor vestida elegantemente.
- ¡Quietos ahí hijueputas! Policía, esto es un allanamiento. Grita el policía rompiendo el trozo de madera que solía servir como puerta.
- ¡Que es esto! ¡Que están haciendo! Grita a su vez el vendedor asustado, nunca antes había tenido problemas con la ley.
- Nos dijeron que aquí era la bodega de un jíbaro que acabamos de atrapar y ahora a requisar. ¡López, Rodriguez! Los policías entran a las piezas y comienzan a desordenar y romper todo lo que ven. – Guzmán a esta gente .
Guzmán se acerca, todos están de pie y reciben una poco decorosa requisa. Una hora después López dice:
- MI sargento, no encontramos nada.
- Como que no encontraron nada, ahora verán estos güevones. ¡Guzmán, Rodríguez llevense a este tipo a la estación, ahí le sacamos el escondite de la droga o me dejo de llamar Sargento Patricio Estupiñán.
Guzmán toma al vendedor y este se resiste:
- ¡No es cierto, no tengo nada!, déjenme ir. Guzmán entonces lo golpea con la culata de su pistola.
- ¡Bien hecho Guzmán, asi es como se debe tratar a esta gente!
Rosita y Hortensia ven salir a los policías y al vendedor dejando el resquicio de la puerta abierto y mirando desconsoladas y aun aterradas todo lo que tienen desperdigado por el piso, Hortensia musita:
- Uff, ya era hora que hicieran algo con todos esos vagos – Comenta la esposa – Cuando venia para acá en la entrada del club un policía arrastraba a un horrible hippie marihuanero a su camioneta y se lo llevaban, espero que lejos, muy lejos. No que remos droga en nuestros lugares ¿No lo crees Ma Alejandra?
- Si, *sniff* mama. Responde ella.
- Lo dices bien cariño y me hace pensar que no vivimos en un país donde sus instituciones no funcionan. Propongo un brindis. ¡Por mi bello y justo país!
- Papi, ¿puedo ir estas vacaciones a Miami con Cata?