miércoles, 4 de noviembre de 2009

Bueno... Se hizo el intento

Vaya mes, lleno de revelaicones explosivas y viajes malucos perdon por el retraso perop he estado bastante ocupado, quien lo dijera otra vez a entrevista en la universidad nacional, aunque debo decir que esta vez si tenia cara de entrevista de postgrado debido a que no me preguntaron mi estado financiero lo cual creo que esta bien calro que cuando se pasa por debajo de la clase medica establecida no pouedes sino seguir mirando el piso cuando te hablen es medio harto tanta perdida de tiempo pero bueno asi es como se hace cuando no tienes palancas en puestois importantes asi que como decia una amiga revolucionaria y aunque suene desgastado "en la lucha siempre"

Para el dia de hoy les he traido un relato que creo veran por lo menos un poco repetido de aqui en adelante, debido a que empece mi lectura con los relatos de ciencia ficion de los 50 un sentido de armageddon quedo insertado en la forma en que escribo y es en el estilo de esa influencia que he hecho algunas tramas donde el fin del mundo es el protagonista eterno, por supuesto visto desde diferentes puntos de vista y las reacciones humanas a estos eventos muchos de los cuales se veran reflejadas en una proxima miniserie que estoy en mora de subir al blog, el inicio de este relato se basa en hechos cientificos ciertos y explora como se ha visto en algunas ocaiones la resistencia humana ante el lencierro y el abandono podremos ser egoistas a veces pero siempre estaremos necesitados de otras personas por lo menos para que nos digan que solitarios somos:

Encierro

Día 15

El reflejo cegó la vista de todos por un segundo, creyendo que con solo mirar se rompería un engaño, no fue así, la luz inundó el pequeño habitáculo donde los 5 habitantes de turno de la estación espacial internacional observaban, y después de recuperar la vista, las nubes se dibujaban a sus pies como si fueran un campo de hongos. Primero habían acabado con los países al sur del Trópico, era lógico, los productores de materias primas, cuando el verde aún se convertía en rojo, la retaliación se dirigía a los principales centros industriales, esto ultimo provocó un pulso electromagnético que paralizó todos los sistemas electrónicos del planeta, afortunadamente (¿?), la estación espacial estaba en su orbita mas alta, por lo que no fue afectada, pero los sobrevivientes allá abajo eran abatidos como hormigas, los sistemas de salud de todo el mundo colapsaron y pronto terribles plagas fueron rápidamente esparcidas, las bajas se quintuplicaban cada hora, los últimos lideres beligerantes en un ultimo acto de psicosis post radioactiva desencadenaron al ultimo jinete del Apocalipsis: la bomba termonuclear. El brillo de esto sería el último acto de la humanidad que estos 5 tripulantes verían, sin contar el de ellos mismos, claro.

Día 16

Ninguno de los tripulantes completó su ciclo de sueño, eran 5 de esta forma: Martin, astronauta estadounidense, primera en su familia en dedicarse a algo diferente a la agricultura. Rossi, argentino, orgulloso de ser el primero de su país en el espacio. Yu, japonés, aporte de este país a la estación internacional, nadie maneja los sistemas operacionales de la estación mejor que él. Karlov, ruso, su experiencia como cosmonauta de profesión iba a ser muy útil de aquí en adelante. Y Collette, francesa, quien a pesar de su activismo sobresalió lo suficiente como para participar en el proyecto.
- ¿Todavía nada, Yu? Pregunta Karlov en un ingles forzoso (el ingles es el idioma universal)
- Es la onceava vez que lo intento con todas las frecuencias y nada, no hay respuesta. Responde Yu, quien a pesar de no haber dormido tenía esa apariencia de alerta y seriedad que caracteriza a los japoneses.
- ¿Podría ser que la bomba generara otro pulso electromagnético? Pregunta Martin.
- No lo creo, a esta distancia la hubiéramos sentido. Responde Yu – Ahora solo queda esperar que exista alguien abajo capaz de escucharnos, aunque juzgando lo que ha pasado en estos últimos días…
- Que, ¿Qué ibas a decir Yu? Preguntó Martin.
- No, olvida lo que dije.
- Si, ya se que vas a decir que tal ves seamos los únicos seres humanos en el planeta, que no volvamos a ver a nuestros seres queridos, ¿Eso era lo que ibas a decir, Yu? Karlov y Yu intercambiaron miradas.- Apuesto que ustedes ya lo hablaron: “No le digamos nada a Jane, es una mujer y no sabrá como tomarlo” Pues están equivocados, nuestro destino no es diferente al de los de allá abajo, al de Jhonny o Terry o mi madre o mi padre o mi hermana. La cascada de llanto que surgía mientras Martin hablaba se iban volviendo gotas que atravesaban el modulo, algunas de ellas reflejaban la luz del sol y esparcía arco iris por todas partes.
- Será mejor que nos dediquemos a las tareas del día, sugirió Karlov. – Rossi, verifica la integridad estructural de la estación, Yu, revisa las interfases de la computadora y quédate alerta por si intentan comunicarse con nosotros. Collette, por favor revisa los sistemas de soporte de vida, además de las raciones y la granja, yo me aseguraré de revisar si el aprovisionamiento de energía solar sigue siendo seguro. ¿Martin?
- ¿Si? Responde esta enjuagándose las lágrimas.
- Será mejor que vayas a dormir, lo necesitas.
Martin no dijo nada.
- Te lo dije Yu, te dije que Martin no iba a tomar bien esta situación. Karlov corrió la secuencia de reinicio de conducción eléctrica.
- NO sabemos que va a pasar de aquí en adelante y eso nos perturba, a unos mas que otros y será decisivo en los días por venir…
- Como siempre tienes razón.

Día 20

Era la hora, Karlov había tratado de retrasarlo lo máximo que podía con labores de rutina, pero sentía las miradas de los demás, interrogantes sobre el porvenir, hasta él mismo cuando se veía en el espejo, en nos días dejaría de reconocerse, por el crudo racionamiento de comida y agua, sabía que solo era cuestión de tiempo y como líder natural del equipo debia hacer algo al respecto.

Con la estación funcionando en optimas condiciones los reunió a todos en el modulo de alimentación. Martin se veía cada vez peor.
- Bueno, ya todos ustedes saben cual es el motivo de esta junta, Yu, ¿Alguna señal de vida allá abajo?
- Ninguna.
- Entonces, señoras y señores, ¿Qué es lo que haremos?
- Podríamos bajar con las cápsulas de escape. Responde Rossi.
- No lo creo, los niveles de radiación que nos llegan hasta aquí son muy elevados, y abajo deben estarlo todavía más. Responde Collette, quien al terminar de hablar dirige su mirada hacia la ventanilla donde la atmósfera de la tierra es atravesada por un mar de nubes que se mueven continuamente con abundantes relámpagos.
- Creo que lo mejor por ahora no es descender. Afirma Karlov - ¿Cuánto tiempo podemos sostenernos, Martin?
Martin despierta de su distracción.
- Si no ocurre alguna avería grave como por 6 meses creo yo.
El grupo se quedó en silencio, ya tenían una fecha fija.
- Creo que no queda bada nuevo por decir, si fuéramos capaces de auto sostenernos eternamente podríamos adaptarnos a esta situación pero creo que eso no es posible.
- Sin olvidar algo importante. Interrumpe Rossi. Nuestros cuerpos en dos meses empezarán a sufrir los efectos de la ingravidez prolongada, debilidad muscular, pérdida del sentido del equilibrio y también otras alteraciones neurológicas, sin olvidar también la perdida de masa osteomuscular a un ritmo cada vez mas acelerado.
- Bueno, entonces que mejor que mantenernos activos, a trabajar!

Día 29

Esta cansada, física, mental y psicológicamente, también esta cansada de mirar al planeta y no distinguir mas que el mar de nubes que no se ha detenido, ni tampoco parece disminuir su fuerza; Solo escucha a sus hijos y a su esposo allá abajo, que baje con ellos y los acompañe. Con un gesto casi automático registra el código de entrada a la cápsula de escape, es un espacio reducido para las 3 personas que cabrían en su interior, pero ella esta cómoda y feliz, se dibuja una sonrisa en su macilante y pálido rostro, sus ojos empiezan a vidriarse.
- Ya voy hijos. Murmura.

- ¡Karlov!, han activado un modulo de escape!

- ¡No! Pero quien… y de pronto le viene a la mente la mirada perdida de Martin en estos últimos días. ¡No, Martin! Grita mientras impotente observa como la cápsula se sumerge en el mar de nubes y esta desaparece. Karlov no deja de ver el punto donde la cápsula se pierde.
- Yu, ¿tienes radio con la cápsula?
- Antes lo tenía, pero después del reingreso es normal perderlo, si no tenemos señal de ella en una hora ya sabemos que pasó.
- Maldita… Y el resto lo pronunció en ruso, difícil traducir.

La hora pasó y todos se fueron a comer su ración.

Día 41

- Vamos Colli, ¿por que no?
- Porque no me interesas.
- Pero es lógico: La ultima mujer que queda en el planeta y yo el último hombre apuesto del planeta, o me vas a decir que prefieres a Karlov.
- No, no me interesa ninguno, ahora aléjate de mí, ¡quiero estar sola!
- Pues te va a resultar muy difícil.
Rossi tomó la pierna de Collette y la atrajo hacia él, como todos estaban muy débiles le resultó muy fácil dominar a Collette. Rossi tenía en su mirada una terrible determinación, trató de desabrochar el traje de Collette, pero ella estaba muy desesperada por salir, asi que tomo impulso de los brazos de Rossi y se alejó al otro extremo del modulo, atravesó la compuerta y antes de que Rossi pudiera recuperarse de la maniobra, Collette cerró la compuerta de comunicación, estaba cerca de la exclusa de vacío, entonces se acercó a la consola de control auxiliar y abrió la exclusa de vacío, esto originó una gran conmoción de la estación, mientras Rossi se agarraba lo que podía, sus palabras literalmente se las llevaba el viento hasta que no pudo resistir más y se soltó, el espacio lo saludó y en 20 segundos lo resecó y luego reingreso a la atmósfera para desintegrarse rápidamente.

Yu y Karlov vieron todo el espectáculo, la decisión de Yu ya estaba tomada.

Día 46

- ¡No! ¡Yu!
- Lo siento, he fallado como líder y técnico y ahora debo expiar mis culpas.
La barra que se introdujo Yu en el abdomen fue lo suficiente para improvisar un Hara – Kiri. Karlov no aguantó más y empezó a sollozar y a sentir también la sensación de fracaso que cada vez le oprimía el cráneo.

Se dirigió hacia donde estaba Collette, encerrada en el modulo de cultivo, Karlov hizo una parada en el modulo de mando y retomó su curso, algunas gotas de sangre del cadáver de Yu lo perseguían a través de la estación, pero el no lo notó. Cuando llegó a la puerta del modulo de cultivo, traía la barra con la que Yu se había suicidado, invalidó el código de seguridad, traccionó con las pocas fuerzas que le quedaban la compuerta, lo logró después de unos minutos, para luego encontrar a Collette en un rincón hecha un ovillo sujeta por un trozo de tela a la pared de la estación. Karlov la miró, primero con rabia y luego con ternura, Collette se desató y saltó hacia Karlov con la firme intención de matarlo. Karlov levantó la mano y le mostró el pequeño monitor que le dejaba 4 segundos de pensamiento lúcido, Karlov soltó la barra y le dijo “Hasta pronto” en ruso, Collette alcanzó a besarlo en la mejilla antes que la estación explotara. En el espacio nadie escucho su suspiro.