miércoles, 26 de octubre de 2011

ARTBO?

ARTBO ¿ARTE?

Nataly Bedoya T

Este sábado seguido por las recomendaciones de un canal nacional decide visitar, ARTBO en Corferias, desde el inicio encontré pequeñas dificultades que predestinaban la visita, la primera impresión al entrar a la esperada exposición fue vislumbrar el lugar más visitado, donde encontré una gran conglomeración del público me atrevería a decir que el 80% de los visitante se encontraban ahí, me acerque intrigada por ver dicho expositor que a tria magnéticamente y desesperadamente a los visitantes:, al acercarme poco a poco pude vislumbrar que para mi desencanto se trataba de un café “Juan Valdes”.
Después de este desaire decide visitar el primer Pabellón, encontrando en el ala lateral de la sala en una amplia pared blanca y seguida por un pequeño letrero que no se veía en el nombre de artista y la obra; la exposición consistía en una serie de imágenes mal realizadas, tachadas, arrugadas y desordenadas; la primera imagen que vino a mí, fue recordar que estas imágenes fueron recogidas de la caneca de la basura , y recicladas en una improvisada exposición, sin el mas mínimo detalle y respeto por el espectador. ¿y esto es arte?.
Siguiendo mi recorrido, por la serie de cuartos que a lo muy burdel Europeo fue dispuesto (pequeños cuartos cubiertos por una cortina negra sin iluminación ni indicaciones del tipo de obra expuesta ) me encontré con la más grande desilusión de mi visita, y como amante de mi país me sentí ofendida, donde se ha visto que los gringos o Europeos se burlen públicamente de sus signos patrios y encima se exponga como arte, en una exposición internacional y así queremos que nos tomen en serio; para los que no asistieron les contare que se trataba de un video en el que de fondo musical contaba con nuestro himno nacional (si ese el de Rafael Núñez) el que usted escucha y se le llena el pecho de orgullo y se pone la mano en el precordio, el video no era más que la imagen de una erección masculina; que según mi conocimiento científico no era ni siquiera colombiano (por las dimensiones de su pene) aclaro: no es que los colombianos lo tengan pequeño; simplemente que las proporciones un poco exageradas y por encima del promedio de el actor invitado a tan humillante escena eran evidentes; la siguiente conclusión no es mía es la usada por mi acompañante a tan desagradable visita – “cuando una broma de escuela de primaria se convirtió en arte” . Dejo ahí porque la continuación del video dizque de arte internacional es lo suficientemente nauseabunda que no vale la pena narrar en estas líneas tan molesta experiencia.
Los innumerables espejos y las incansables y repetidas formas geométricas , cansaban la vista del espectador, de contemporáneo no había mucho, de c olor forma estilo e innovación prácticamente inexistente. Una nueva sorpresa adicional ya casi cuando creía que no era posible , fue encontrar un puesto de venta de dulces expuesto en tan importante sala; esos en los cuales al bajarse del bus compran los dulces o realizan las llamadas de celular a $200 pesos; podrán imaginarse el arduo trabajo del artista.. . es ironia lo primero que pensé es que simplemente quizo verle la yuxtaposición a las papas fritas o las gaseosas colombianas, o las pirulitos. Lo único que como espectador pude ver fue la pereza mental y como si no fuera poco tenían a un vigilante cuidando que no se llevaran las papas y los pirulitos, lo más asombroso del asunto es que la gente se acercaba y rodeaba tratando de encontrarle un sentido al carrito de dulces, ¡qué sentido va tener! , lo único que refleja es el subdesempleo y la pobreza de nuestra país; siento lastima por el pobre vendedor que se quedo sin la venta dulces esa noche .
Mi perspectiva final de dicha visita fue lo que antes implicaba esfuerzo y dedicación hoy por hoy no significa nada, y el arte se ha convertido en tratar de mostrar ocurrencias simples y oportunas, sin ningún sentido ni respecto por el espectador, se acabo la belleza y el sentido ARTISTICO. Esta nueva generación de artistas no enseña ni trasmiten el más mínimo sentimiento.

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